La mediocridad un monstruo que llevamos dentro

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Por Leonardo Plata.- Según Wilkipedia, esta palabra proviene del latin (mediocris) la cual significa, calidad media, pero también puede entenderse como algo de poco mérito. 

También podríamos definirla  como falta de interés, falta de capacidad para responder o enfrentar situaciones adversas o tener iniciativa para emprender cualquier acción.

Nosotros muchas veces exhibimos este tipo de comportamiento, como mecanismo de defensa ante los demás, especialmente si esa o tal persona tiene virtudes o atributos que nosotros no tenemos, o que muchas veces no buscamos en nosotros mismos ese potencial que llevamos dentro.

Esta actitud, se convierte en uno de los mayores escollos para los seres humanos, ya que no nos permite avanzar, desarrollarnos como ente social, ser creativo, capaz de realizar acciones positivas, aportar ideas, iniciativas que vayan en beneficio no solamente de nosotros mismos, sino de la mayoría. 

 

La mediocridad nos vuelve egoísta, nos convierte en seres amargados, en resentidos sociales, que jamás aceptan la capacidad, el esfuerzo y el talento de los demás.

 

Muchas personas, dominadas por este sentimiento negativo, se pasa la mayor parte de sus vidas sumergidas en su propio odio, son presa de ellos mismo, que no se detienen  en buscar sus cualidades, sus potenciales en lo interior de su ser; todo lo contrario, invierte en tiempo en ver como le hacen la vida imposible a los emprendedores, a los que no se detienen ante la critica, la calumnia de los demás.

La vida es hermosa, es un don de Dios, que nos da esta oportunidad en la tierra para que dejemos huellas, y lo mejor que podemos hacer es dejar un buen legado a nuestros hijos, a nuestras familias, a futuras generaciones de que fuimos personas útil, bondadosa, solidarias, preocupadas por los demás, que aportamos a nuestra sociedad.

Decía Julies Renard, pensador y dramaturgo francés, “Nuestra crítica consiste en reprochar a los demás el no tener las cualidades que nosotros creemos tener”.

Dejemos de amargarnos la vida, de querer convertirnos en jueces de los demás, en francotiradores de la maldad, en arquitectos de la mentira para destruir a quienes tiene capacidad, talento e iniciativas, y sacrificio, de muchas páginas para la izquierda, tú puedes ser mejor de lo que eres hoy.

 

El crecimiento humano, hay que buscarlo dentro de nosotros mismo, en esa voz silenciosa llamada conciencia, que no es más que la voz de Dios que llevamos dentro.

 

 ¿ Por qué alimentar este monstruo que nos destruye, nos esclaviza y nos convierte en seres infelices. ?

 

Termino estas líneas con una hermosa frases de Paulo Coelo, la cual dice: “Afronta tu camino con coraje, no tengas miedo de las críticas de los demás. Y, sobre todo, no te dejes paralizar por tus propias críticas”.