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ESPAÑA.- Félix Antonio Martínez trabajaba como ayudante en una escuela de kite en Cabarete, en República Dominicana cuando una pareja de turistas españoles se fijó en el joven y le compró su primera cometa, seis años después ocupa el número 12 en el mundial de Kiteboard y sueña con estudiar arquitectura en un futuro y "hacer hoteles".
Posito, como lo conocen sus compañeros riders, tiene 20 años, empezó con diez a practicar kite y junto a Ariel Corniel, el otro dominicano que triunfa en el Kiteboard, ha acudido estos días a la cita con el viento y la cometa en playa de la Barca, en Fuerteventura, donde se celebra el Campeonato Mundial de Windsurf y Kiteboard.
El dominicano lamentó su actuación en la prueba de "estilo libre", una lesión en la rodilla dos días antes le ha obligado a conformarse con el puesto número 13 en la final majorera.
Diez años después de coger la primera cometa en su país, recuerda en Fuerteventura cómo de pequeño acudía a la playa de Cabarete y veía a "los viejos raiders saltando y haciendo maniobras diferentes y yo decía si ellos pueden por qué yo no".
El dominicano no tardó mucho en dedicar su tiempo libre a practicar el kite. Contaba a su favor con la ayuda de sus dos hermanos, profesores de kite que veían en la decisión de su hermano pequeño la oportunidad para estar "los tres hermanos unidos" y el de una madre que lo apoyaría, con la condición de que antes finalizase los estudios.
Para el joven los comienzos fueron difíciles, sin dinero ni patrocinadores para comprar el equipamiento tuvo que empezar de ayudante en las escuelas de kiteboard de Cabarete, cargando las tablas de los turistas que viajaban hasta el país dominicano en busca de viento.
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