6/06/2013
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 EL BLOG DE BENY PICHARDO INTERNACIONAL


1. Repetir sin parar la palabra 'bomba'.
Doyle no dejó de repetir la palabra 'bomba' durante el check-in de su vuelo y cuándo llegó a su avión de la compañía 'Jet Blue', uno de los pilotos decidió que no despegaría con un pasajero como Doyle a bordo. 

2. Cantar una canción de Whitney Houston (a gritos e insistentemente).
Hace unas semanas, un vuelo de American Airlines entre Los Ángeles y Nueva York tuvo que hacer una parada de emergencia para bajar del avión a una pasajera. 

Al poco de despegar, una mujer comenzó a cantar 'Will Allways Love You' de Whitney Houston. La compañía abandonó a la pasajera en Kansas y se negó a llevarla a su destino

3. Un niño que no deja de decir 'Bye, bye plane'.
Kate Penland y su hijo de un año y medio volaban de Atlanta a Oklahoma. Ni la madre sabía la razón por la que su hijo Garren comenzó a decir sin parar: 'Bye, bye plane'. 

4. Oler mal. La compañía Air Canada Jazz asegura no tener políticas discriminatorias con sus viajeros, aunque si el resto de pasajeros protestan porque uno huele mal, no será bienvenido. 

Un cliente de la compañía que viajaba de la Isla Príncipe  fue desembarcado cuándo las quejas por el mal olor del pasajero empezaron a multiplicarse.

 5. Llevar pantalones (demasiado) caídos.
Deshon Marman un veinteañero de la Universidad de Nuevo México no fue aceptado en un vuelo porque su código de vestimenta prohíbe las prendas “indecentes o inapropiados”. Los pantalones del joven le llegaban por debajo del trasero, así que las azafatas no dudaron en hacer cumplir su reglamento.

 6. Usar un vocabulario poco educado.
En 2011, Robert Sayegh, un vecino de Nueva York de 37 años fue desalojado de un avion por usar la palabra 'joder' dos veces. 

El avión llevaba 45 minutos de retraso en el aeropuerto de Detroit y Sayegh se quejó en voz alta. 

Sin embargo, uno de los miembros de la tripulación le escuchó decir la palabra y pidió que le bajaran del avión inmediatamente. Savegh reconoció que en ese momento estaba en plena resaca.

 7-También en 2011, Ricci Wheatley y su hermana viajaban a Dallas para visitar a su padre que había sufrido un paro cardiáco días antes. Justo antes de despegar, Wheatley comenzó a llorar porque decía que tenía miedo. 

Para pasar el mal trago pidió un vaso de vino, pero la tripulación decidió que sería mejor que se lo tomase fuera del avión. La compañía le pagó una noche de hotel y le cambió el billete para el día siguiente.


8. Ser demasiado alto.
Un vecino de Oregon que quería viajar a la ciudad de Ontario no pudo realizar su trayecto por ser demasiado alto. El pasajero medía algo más de dos metros, y al hacer el registró del billete solicitó un asiento en el pasillo de emergencia. 

Sin embargo, el teleoperador que le atendió le dijo que no quedaban, y que era problema de las azafatas. Al final tuvo que desembarcar y esperar a otro vuelo menos lleno.


9. Toser de forma incontrolada.
Rachel Collier una chica hawaina de 16 años había ido de vacaciones de fin de curso a Nueva York.

Días antes de tomar el vuelo de vuelta se resfrió, y pese a que un médico confirmó que estaba en condiciones de volar, el capitan del vuelo cambió de opinión a mitad de camino.

 La joven y una profesora se quedaron una noche más en Nueva York y la compañía les cambio el billete para el día siguiente.


10. Sacar una foto a una azafata desagradable.
En julio de 2011, la fotógrafa Sandy DeWitt estaba a punto de embarcar en un vuelo de Miami a Philadelphia  cuándo decidió tomar una foto a una de los asistentes de vuelo que estaba siendo maleducado con los pasajeros. 

Al subir al avión, la azafata se encaró con ella y le exigió que borrara la foto. Al negarse, la trabajadora dijo al personal de seguridad que la consideraba una pasajera que ponía en riesgo la seguridad del avión. Minutos después, DeWitt era escoltada por dos agentes fuera del avión.
FUENTE:LAINFORMACION.COM

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