Londres.- Presionado por las estadísticas publicadas el jueves, que señalan un incremento del 43% en la inmigración neta en Reino Unido y la consiguiente ruptura de la promesa del Gobierno de bajarla antes del fin de la legislatura, David Cameron ha anunciado una batería de propuestas para acotar la inmigración europea.
Como promesa electoral de cara a los comicios de mayo, el primer ministro conservador ha propuesto dar a ciudadanos de la Unión Europea un plazo límite de seis meses para encontrar trabajo y si no lo logran deberán abandonar el país.
Cameron ha planteado el requisito de residir en Reino Unido durante cuatro años para poder beneficiarse de ciertas ayudas sociales, como desgravaciones fiscales o el acceso a viviendas sociales.
También pretende acelerar la deportación de los delincuentes condenados originarios de otros países de la UE.
Cameron ha eludido en su discurso proponer la imposición de cuotas para contener el auge de la inmigración, y al “freno de emergencia” para contener temporalmente la tendencia, solicitado por los sectores más radicales de su propio partido.
Y probablemente encontrará también la oposición, en el lado opuesto, de otras capitales europeas que pueden tachar la medida de discriminatoria.
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